Muy, pero muy atrasadas andan las diputadas locales, queriendo a estas alturas exigir la paridad en el Congreso del Estado.
Está muy bien que la busquen, y tienen todas las posibilidades de lograrlo.
No obstante, no dejan de verse muy lentas, pues desde que fue integrada la presente legislatura pudieron hacerlo.
Es decir: en ese momento debieron exigir que hubiera una paridad en todo, no solo en la presidencia de la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política.
Por cierto, si en la primera quedó una mujer (Sonia Mendoza), y en el segundo un imberbe (Edson Quintanar) no fue por espíritu de equidad, sino por negociación política entre las dos fuerzas partidistas mayoritarias.
Pero ahí se dio, para empezar, una verdadera falta de respeto a esa paridad, sin que los hombres (del PAN), y las mujeres (de MORENA), se hicieran respetar.
Los panistas dejaron que los pastoreara una mujer (Sonia Mendoza) cuando al ser dos mujeres y cuatro hombres, correspondía a uno de estos últimos presidir la citada Mesa Directiva.
El caso contrario, más penoso, se dio en la designación del presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPA), que correspondía a MORENA, al ser designado Edson Quintanar Sánchez, cuando esa fracción parlamentaria está integrada por cinco mujeres y Edson.
Y si aquí las mujeres morenistas quedaron en más ridículo fue porque dejaron que el más joven, corrupto, e inexperto de los seis presidiera esa JUCOPO, donde, por cierto, se manejan el dinero del Poder Legislativo.
Las cinco diputadas tienen responsabilidad en ese nombramiento que ya ha perjudicado a los potosinos con más transas y diversas anomalías en las finanzas del Congreso.
Por eso ahora resulta con mucho retraso que luego de un año levanten la voz para anunciar que buscarán la paridad diputadas del partido de AMLO, como Angélica Mendoza y Marite Hernández Correa.
Sobre todo, la segunda, Hernández Correa, no tiene mucha vergüenza en solicitar eso, pues en su momento contó con el apoyo de la mayoría de su fracción para presidir esa JUCOPO, pero su inseguridad, falta de preparación, y mediocridad, permitió que entrara Edson, con las lamentables consecuencias que ahora hemos estado viendo.
Pero la paridad de género no debe quedar ahí, si estas legisladoras tuvieran claro el tema, ya deberían implementar esa paridad en comisiones legislativas, puestos administrativos del congreso, y contrataciones de todo tipo.
Esa es una línea que está ya contemplada desde mayo del presente año a nivel federal, reforma que fue aprobada en el Senado el día 14 de ese mes, y que, entre otras cosas contempla tal paridad en los tres Poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo, Judicial).
Pero también la reforma constitucional dispone lo mismo para los gobiernos de los estados y los municipios.
No obstante, dada la trayectoria de este Congreso y de sus diputados, lo que se prevé es que siga la lentitud y las negociaciones bajo la mesa, para que continúe privando la corrupción y la inequidad en los puestos del Congreso, sean de representación social, administrativos, o de empleos por honorarios.