La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó que el 95% de las medidas de mitigación ambiental ordenadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la construcción del Tren Maya ya han sido cumplidas por los ingenieros militares que supervisan la obra.
Sin embargo, la mandataria aclaró que el expediente no se cerrará hasta que se cumplan todas las disposiciones en su totalidad, garantizando que el proyecto siga cumpliendo con los estándares ambientales exigidos por la autoridad federal.
Observaciones de Semarnat y seguimiento estricto
Sheinbaum se refirió a los comentarios realizados por Alicia Bárcena, titular de Semarnat, durante su comparecencia ante la Cámara de Diputados. Bárcena señaló la importancia de que todos los proyectos de infraestructura incluyan una manifestación de impacto ambiental acompañada de medidas de mitigación claras.
“La obra del Tren Maya se ha avanzado con responsabilidad ambiental, cumpliendo la gran mayoría de las medidas requeridas, pero seguimos pendientes de los ajustes finales antes de cerrar el expediente”, afirmó la presidenta.
Ingeniería militar al frente de la mitigación
El proyecto del Tren Maya ha contado con la participación de ingenieros militares, quienes han implementado las medidas de mitigación ambiental recomendadas por Semarnat. Entre estas acciones destacan:
Reubicación de fauna en zonas afectadas por la obra.
Restauración de ecosistemas dañados por la construcción.
Monitoreo continuo de impactos ambientales en áreas sensibles.
“Estamos trabajando con transparencia y cumpliendo con todas las obligaciones legales y ambientales. Cada paso se documenta para garantizar que el Tren Maya sea un proyecto sostenible y responsable”, destacó Sheinbaum.
Importancia del cumplimiento ambiental
El Tren Maya es uno de los proyectos de infraestructura más grandes de México, y su impacto ambiental ha sido un tema central desde el inicio. Cumplir con las medidas de mitigación no solo garantiza la protección del medio ambiente, sino que también fortalece la credibilidad del gobierno y la aceptación social del proyecto.
Expertos señalan que el seguimiento continuo de estas medidas es clave para asegurar que el desarrollo turístico y económico que traerá el Tren Maya no comprometa los ecosistemas de la región.