El potosino Gerardo Sánchez Zumaya obtuvo contratos millonarios de Pemex en el sexenio pasado, pero ahora está bajo investigación porque los supuestos insumos, químicos y servicios que le brindó a la petrolera, los obtuvo de una red de factureras que el mismo creó.

 

Sánchez Zumaya, de 34 años, estudió comercio internacional en la Universidad del Valle de México campus Monterrey y su despegue empresarial se dio apenas el sexenio pasado, cuando se convirtió en proveedor de Pemex.

 

Pero tanto la venta, como la prestación de servicios para la aplicación de distintos químicos utilizados para el procesamiento de hidrocarburos y derivados, así como la limpieza de ductos, la concretó a través de “compras” de los productos a una serie de empresas que, de acuerdo con el expediente de la investigación, sólo facturan, pero no tienen actividad y gastos empresariales como cualquier compañía.

 

La intrincada red descrita en la denuncia por lavado de dinero y defraudación fiscal revela movimientos por al menos 20 mil millones de pesos en los últimos meses.

 

De acuerdo con los registros públicos documentados en la denuncia, Sánchez Zumaya figura como socio en al menos 17 empresas que realizan transacciones entre sí y con tres compañías radicadas en Estados Unidos.

 

El cuantioso negocio tendría su origen en la supuesta venta de productos químicos que usa la petrolera y entre los que se encuentran MDF-10, Xileno, SAS-2, IAP-2017, INHC2A, clarificante, desenmulficante, Desim-59A, MDF-2.5, IMP-IC-2012 y AZA-121.

 

Los servicios prestados se realizan principalmente en las refinerías y complejos de Lázaro Cárdenas, Minatitlán, Salina Cruz, Cadereyta y Dos Bocas.

 

Entre otras actividades, Petrogesa brindaría transporte del producto químico; renta de grúas; venta, instalación y mantenimiento de bombas y equipo de inyección de producto químico; monitoreo y logística; renta de laboratorios; así como arrendamiento de unidades de presión y vacío.

 

Todos esos servicios los proporciona Sánchez Zumaya a través de sus diversas empresas, en algunas figura como socio, pero en otras mantiene una relación de triangulación de sociedades con diversas personas y entre compañías que se emiten facturas por conceptos y productos que no necesariamente están relacionados con su objeto social.

 

La empresa insignia del grupo es Petrogesa, en donde figuran como socios Sánchez Zumaya y Aranza Rebeca López Herrera.

 

Esa compañía, según registros de la Plataforma Nacional de Transparencia ha tenido sólo en los últimos tres años tres contratos, uno de 482.4 millones de pesos con Pemex Exploración y Producción (PEP) y dos con Pemex Logística por 16.6 millones de pesos.

 

Sin embargo, el grueso de los recursos son movidos a través de su red de compañías que incluyen Grupo Comercial Zumaya del Sureste, Cementos Santorio, Comercializadora Zugesa, Agrícola Sun Berries II, Agrícola Sun Berries, Grupo Maradol Latino, Productora Agavera del Sol, Grupo Minertal & Logistic Comercializadora de Minerales y Construcciones, Holodev, Global Mexicana de Infraestructura, Empacadora Sun Berries, Ban Gesa, Gesa Lab, Construcción y Montajes Gesa, Gesa Alimentos del Sureste e Industrias Gesa del Sureste.

 

En Agrícola Sun Berries y Grupo Maradol Latino es socio su padre, Hilario Sánchez Lara.

 

A las empresas donde Sánchez Zumaya aparece como socio se suman otras con las que mantiene relaciones comerciales o de intercambio de CFDI (Comprobante Fiscal Digital), entre las que destacan Catros Intech LLC, Concordia Chemical LLC, y Smart Logistics Commerce, constituidas en Estados Unidos y que presuntamente son las proveedoras primarias de los insumos químicos, pero al mismo tiempo compran esos insumos a la red de empresas de Gerardo Sánchez Zumaya.

 

Un ejemplo de cómo opera el huachicoleo de servicios, es el caso de la empresa Chemadd Oil Services, propiedad de los hermanos Fernando y Jorge Flores Madinaveitia, la cual sólo ha emitido CFDI a Petrogesa y Ban Gesa por concepto de inyección de producto químico a instalaciones de Pemex.

 

Esta empresa, según los registros de CFDI, emitió facturas por 6.9 millones de pesos, pero recibió comprobantes por 3 mil 500 millones de pesos y 4.9 millones de dólares

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