El G7 cerró ayer su encuentro con un acuerdo para estrechar el cerco sobre Rusia, apuntando a la indus­tria militar y prohibiendo las importaciones de oro nuevo de ese país.

El objetivo es “aumentar” el costo de la guerra para Ru­sia, resumió el jefe de gobier­no alemán, Olaf Scholz.

Ucrania está sufriendo “una brutalidad nunca vis­ta en Europa desde la Se­gunda Guerra Mundial”, dijo Stoltenberg.

Estados Unidos comenzó a aplicar desde ayer nuevas sanciones contra Rusia. Es­tas disposiciones “golpean el corazón de la capacidad rusa para desarrollar y desplegar armas y tecnología utiliza­das para la brutal guerra de agresión de Vladimir Putin contra Ucrania”, indicó el De­partamento del Tesoro en un comunicado.

Las sanciones apuntan a la estatal militar rusa Rostec y otras empresas críticas para el sector de la defensa, unida­des militares y oficiales impli­cados en abusos en Ucrania, añadió el Tesoro.

Rusia ha intensificado en las últimas semanas su ofen­siva en el este y ayer descar­tó cualquier otra solución del conflicto fuera de la rendición lisa y llana de Ucrania.

La parte ucraniana pue­de poner fin (al conflicto) en el día de hoy. Hay que orde­nar a las unidades nacionalis­tas que depongan las armas, hay que ordenar a los solda­dos ucranianos que depongan las armas y hay que aplicar to­das las condiciones fijadas por Rusia”, afirmó Dmitri Peskov, portavoz de Putin.

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