El municipio de Soledad de Graciano Sánchez tiene definidos a los candidatos que se disputarán la Presidencia Municipal. Se trata de personajes que muestran un triste escenario y que difícilmente podrían ser del agrado de la ciudadanía.

Uno de los aspirantes es Andrés Delgadillo Martínez, quien representa al Partido Acción Nacional (PAN). Ya ocupó el cargo de regidor en la segunda administración municipal de Roberto Cervantes Barajas. Su papel fue gris y del mismo color pinta este personaje en un partido político en el municipio, dividido por pugnas internas a consecuencia de un dirigente joven, cuya inexperiencia lo ha llevado a caminar de la mano casualmente del mencionado ex alcalde.

Y si de partidos políticos divididos se trata, está el PRI en el municipio soledense, que ahora impulsa a la candidatura de Margarita Hernández Fiscal, quien como titular de la dirección de Gobernación ha sido cuestionada en medios de comunicación por presuntos actos de corrupción.

Ha sido señalada por dueños de antros de ser selectiva con las revisiones y clausuras, lo que derivó en manifestaciones públicas de los empresarios, que incluso señalaron a Rafael Hernández Covarrubias de ofrecer permisos para la venta de bebidas alcohólicas.

En tanto, en el municipio soledense no tiene arraigo entre la militancia priista que tristemente recuerda que en la pasada contienda electoral como candidata a la diputación local no logró generar simpatías entre la ciudadanía.

El otrora panista Juan Carlos Velázquez Pérez, ahora candidato de MORENA y sobrino del ex alcalde Juan Manuel Velázquez Galarza “Famy” tiene un extenso historial, pues ha sobresalido por escándalos desde que era funcionario público.

Fue director de Tránsito Municipal en la gestión de su tío, tiempo en el que posicionó al municipio a nivel nacional como uno de los más corruptos.

Detuvo al ahora candidato de su propio partido Leonel Serrato Sánchez, quien en ese tiempo alzó la voz para denunciar la corrupción de esa corporación.

Es dueño de constructoras y fue el encargado de realizar obras de pésima calidad para la capital potosina durante la gestión de Victoria Labastida; una de sus características es crear historias peliculescas de persecución y espionaje, con el objetivo de denunciar actos simulados para victimizarse.

Y por el lado del PRD, Gilberto Hernández Villafuerte, siempre ha estado a la sombra de un proyecto creado por el gallardismo, en el cual, como títere le mueven los hilos de un lado a otro; es un candidato manejable, manipulable, que sabe que el trabajo político no recae en él y por lo tanto, evita el desgaste.

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