La reportera Dolia Estévez informó que funcionarios del sexenio de Felipe Calderón, como Genaro García Luna y Pequeño García, decidieron abandonar a 12 policías federales en Michoacán, quienes fueron asesinados. La decisión habría favorecido al cártel de Sinaloa.

Ciudad de México, 4 de agosto (SinEmbargo).– Doce policías federales fueron torturados, agredidos sexualmente y asesinados en 2009 porque los exfuncionarios Genaro García Luna, Ramón Enrique Pequeño García y Luis Cárdenas Palomino los abandonaron, lo que habría funcionado para favorecer al cártel de Sinaloa, de acuerdo con una investigación de la periodista Dolia Estévez.

“Esto justificó un despliegue masivo de 5 mil 500 elementos de la Policía Federal y del Ejército en Michoacán y eso le sirvió desde luego al cártel de Sinaloa, que era con los que estaban presuntamente coludidos el grupo de Garcia Luna y Pequeño”, dijo la reportera en entrevista con Alejandro Paéz Varela para el programa “Los periodistas”, de La Octava.

Los 11 hombres y una mujer policías fueron enviados a Arteaga, Michoacán, un poblado pequeño, a realizar un trabajo bajo cubierta, vestidos de civiles y desarmados, pero fueron identificados por integrantes del grupo delincuencial La Familia Michoacana, como previamente había informado Dolia Estévez en una entrega especial publicada por SinEmbargo.

La reportera dijo en la entrevista que los sicarios que detuvieron a la y los agentes federales usaron unos de los celulares de los policías para comunicarse con su jefe inmediato en la Policía Federal, después, Pequeño García, exjefe de la División de Inteligencia de la Policía Federal, tomó el caso y lo consultó con su jefe, el exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, Genaro García Luna, y decidieron que no negociarían la liberación.

“Dentro de las suplicas de las víctimas admitieron que eran policías federales, pero los jefes directos de Pequeño, que era García Luna, dijeron: ‘No vamos a hacer nada’. Y de inmediato fueron cruelmente asesinados, torturados, la mujer fue violada por varios de los sicarios, ese fue el día más negro para la Policía Federal”, dijo la periodista independiente.

Para la reportera, ese hecho significó que “se viniera abajo la moral de las fuerzas policiacas, de los elementos de calle” y los asesinatos “de estos 12 policías que estaban cumplieron órdenes y fueron traicionados por sus jefes” siguen sin ser perdonados entre integrantes de la Policía Federal.

 

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