El 7 de abril, el alcalde de San Luis Potosí, Francisco Xavier Nava Palacios, escribió en Twitter: “A 106 años, que falta nos haces!!! (sic) Donde estés recibe siempre mi admiración. ¡Te quiero mucho! #NavaVive #SLP”, esto, acompañado de un video en el que se habla de quién fue el doctor Salvador Nava Martínez. Sería interesante saber a quién le hace más falta el doctor, si al ahora alcalde, su nieto, o a la gente que ha sufrido por sus atropellos y violaciones a sus derechos humanos.

“Hablar del doctor Salvador Nava Martínez es hablar del hombre que se enfrentó al viejo sistema, de la mano de la sociedad, caminando por la dignidad, el hombre que fue encarcelado por sus ideales, el líder que no se doblegó ante las amenazas, el médico que reunió a la sociedad, y con la fuerza y unión de todos, cambió la historia…”

Esta primera parte refleja dos de las primeras grandes diferencias entre los dos navas: la primera, mientras el abuelo “se enfrentó al viejo sistema”, el nieto incluso ha pactado con miembros de ese sistema para, por ejemplo, entregar la sierra de San Miguelito, o para entregar contratos a los amigos. La otra diferencia, mientras uno “unió a todos”, el otro los tiene divididos, porque para él, hay potosinos de primero, segunda y hasta tercera.

Agrega enseguida el video: “… Esa unión puso las bases de una naciente democracia, en su estado y el país, llamado el caudillo cívico de los años sesenta, durante más de 20 años y a costa de su propia salud, continuó en la lucha cívica que creía hasta sus últimos días, dando ejemplo de una calidad humana admirable…”, ese punto, en de la “calidad humana”, es algo que al nieto del doctor le han cuestionado.

Mujeres y hombres, comerciantes, abogadas, indígenas, y la ciudadanía en general, han sufrido porque si este alcalde, tuviera la mitad de la “calidad humana admirable” que tenía el abuelo, no estarían sufriendo por falta de agua y la insensibilidad ante una problemática sanitaria por la que atraviesa la gente, y cómo, a las clases desprotegidas que se manifiestan por ello, les cierra la puerta en la cara.

En la parte final el video detalla: “… Poniendo de manifiesto su compromiso y entrega, y demostrando que cada uno de nosotros, cuando sumamos nuestras individualidades, unidos, somos mucho más fuertes que cualquier problema. Hoy, a 106 años de su nacimiento, lo recordamos con admiración, respeto y cariño, ¡Nava Vive!”, pues no, Nava no vive, porque “si Nava viviera…”

Cuando Nava Martínez fue alcalde, de 1959 a 1961, realizó proyectos de infraestructura en todos los barrios y colonias de San Luis Potosí, y eso se le reconoce como un logro y un acercamiento con toda la gente de la Capital; ahora, el alcalde tiene como su gran proyecto la instalación de luminarias, el cual, en su primera etapa llegó al poniente de la ciudad, no a las colonias ni a los barrios.

Nava, el abuelo. Publicaba diariamente el balance de los recursos locales y su distribución, además, señalaba los avances de la administración a través de un programa de radio semanal. El nieto, como ya se dijo en una anterior entrega de este espacio, intentó emular la dinámica de rendición de cuentas pero al poco tiempo la abandonó por inconsistencias. Sobre el programa de radio, se puede decir que si bien Nava no tiene uno, sí ha activado sinfín de páginas en redes sociales, disfrazadas de medios, para desde el anonimato atacar a sus contrincantes.

Lo malo de todo esto, es que Nava, el nieto, seguirá utilizando la imagen del doctor, que con su lucha civilista se ganó un lugar en los libros sobre democracia, sociedad y participación ciudadana en México, aunque a él poco le haya costado; lo bueno, la gente de a poco se da cuenta del mundo de diferencias que existe entre los dos navas.

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